En "AMORES Y DESAMORES" de Victoria Mendoza (psicoterapeuta y chamana), un artículo que ha puesto en su Facebook, aparece esa situación de la aparición de una tercera persona en una relación.
Dice lo que yo creo, así que os lo pongo para quien pudiera venirle bien, con el hermoso saludo a sus pacientes final.
" En algunas ocasiones dentro de la terapia y de nuestra vida nos encontramos con personas
y situaciones donde el amor se va consumiendo, transformando, deteriorando y terminando.
En otras ocasiones, nos encontramos a personas que sin esperarlo, sin buscarlo encuentran
a una tercera persona que da mucho de lo que desde hace años estaban buscando y esperando.
El hecho de que aparezca una tercera persona y de repente se sientan, encantados, enamorados,
entusiasmados por otra persona que no es su pareja, es más común de lo que uno imagina.
Y esto no tiene que ver con que a la pareja no le quieran o le hayan dejado de amar, simplemente,
que no habían querido ver, ni reconocer, que algo estaba faltando en la relación para ser felices.
Entre una pareja, debe haber muchas otras cosas importantes, además de amor, ya que el sólo
quererse, no les da ninguna garantía de que la relación sea duradera y llevadera. Hace falta más....
En una pareja debe haber Amor, cariño, ilusión, complicidad, comunicación, confianza, entusiasmo, pasión...
No basta solo con querer, sino que hay que saber querer y sobre todo en una convivencia de pareja se requieren muchos buenos recursos para entenderse, para llegar a acuerdos, para aceptar diferencias,para decir con claridad lo que uno piensa y quiere...
Hay que saber mantener la llama de la relación.
Muchas veces, una o las dos partes de una relación, son infelices, viven frustradas, amargadas y
se mantienen así por incercia, por costumbre, por pereza, por cobardía, por intereses económicos....
Y de repente sin saber como, aparece en sus vidas una tercera persona que les recuerda lo que es vivir...
Aparece alguien de repente en medio del aburrimiento y la apatía que se venía viviendo con la pareja,
en medio del desamor y la desilusión, en medio de relaciones frustradas y cansadas, apáticas y vacías.
Muchas veces en la relación de pareja hay constantes conflictos y diferencias no resueltas, hay tedio y enfado, hay aburrimiento, hay carencias amorosas, sexuales y de ternura, hay falta de comunicación y las parejas viven por inercia la relación, inventándose muchas justificaciones para continuar la relación.
Algunas personas dicen erróneamente..."por mis hijos no me separo", "no tengo a donde ir",
"no me quiero quedar solo-a..., me da pereza volver a buscar a otra persona y empezar de cero..."
"Más vale conocido/a que por conocer..., luego cómo me mantengo...no le quiero hacer esto a mis hijos..."
Algunas otras personas dicen, "...que no le quiero hacer daño a mi pareja... en el fondo me quiere...y le quiero...
No admiten ni su desamor, ni su cobardía para hacer frente a la situación y hablar con claridad y sinceridad del deterioro de su relación, de su aburrimiento, de su infelicidad y sobrellevan los días como si nada pasara...
Y entonces aparece esa otra persona que nos hace vivir, reír, vibrar y hasta temblar...aparece alguien que, nos recuerda sobre todo que somos hombres o mujeres y que estamos vivos o vivas...y nos sentimos plenos y enamorados y volvemos a saber lo que es la ilusión y el entusiasmo y en ocasiones nos dejamos llevar y sentir esta nueva relación y decidimos vivirla, pero es aquí cuando viene una serie de emociones y sentimientos que uno no sabe manejar y aveces ni siquiera expresar...
Es aquí cuando vienen de golpe: La duda, la culpa, el arrepentimiento, el llanto y el sufrimiento, por no saber qué hacer con la nueva situación, por no saber si deben o no terminar con la pareja actual, si deben o no dar el paso tan importante de separarse y tal vez, el paso de irse a vivir con la nueva pareja...
Vienen un sinfín de miedos y de inseguridades y de angustias....
Y por el momento esta reflexión la dejo en esta primera parte, para que primero nos centremos en la
primera pareja y ver qué nos está pasando, resolver cómo estamos y cómo queremos estar con la pareja.
Es decir, antes de no saber que hacer con una tercera relación, intentemos ver que pasa en nuestra relación actual.
Qué tanto seguimos enamorados, si cumplimos todos los requisitos de una buena relación, si hay una buena comunicación,
si hay respeto y confianza, si hay entusiasmo, complicidad, ilusión, si hay sexo y pasión, si hay risa y diversión....
o simplemente hay cansancio, aburrimiento, discusiones, conflictos, diferencias, apatía y falta de ilusión.
Seamos sinceros primero con nosotros mismos y en seguida con nuestras respectivas parejas...
No esperemos a que aparezca la tercera persona en cuestión porque resultará mucho más dificil decidir y vivir.
Espero que mis pacientitos y pacientitos tomen nota de todo lo que aquí les cuento y comparto y comiencen a mirar
con cuidado en qué momento están con sus parejas, cómo están viviendo la relación, en que momento está el amor o desamor
y si ya apareció esa tercera persona, les sugiero que no mezclen una cosa con la otra...primero resuelvan con sinceridad y
claridad como es la situación con la pareja actual sin dejarse influir por lo que sientan por la tercera persona y aqui si que no vale
la cobardía, ni el autoengaño, ni las justificaciones absurdas, aquí si van a demostrar su inteligencia y valentía...si la hay....
Saluditos a todos los que tienen pareja... tengan o no una tercera persona....V."
Y un saludito de mi parte, a los que hayáis leído esto y a la profesional de Victoria-