Como siempre, todo es relativo. Muchas veces vas a poder mirar que cosas te van a pasar y cómo debes tomártelo. Pero para lo que no puedes ver, no puedes verlo. Necesitas que otra persona te las eche.
Yo me quedé con un ejemplo que nos puso nuestro profesor de filosofía para explicar no se que teoría de no se qué escuela.
Nuestra mente es como un juego de figuras de los niños. Un cubo con diferentes huecos en forma de figuras.
Si tu eres forma estrella ya te pueden oprimir un cuadrado que no va a entrar.
Y si eres un cuadrado que no te intenten meter un círculo....
¿Se va pillando?.
Hay cosas que como a tu mente no se le ocurren que pueden ser o producirse, no lo acepta como tal. No lo vas a ver o entender. Así que tus cartas ya te pueden gritar que tú ni te enteras de lo que te están diciendo.
Necesitas la mente de otra persona que esté abierto a esa posibilidad para que te lo cuente.
Yo me quedé con un ejemplo que nos puso nuestro profesor de filosofía para explicar no se que teoría de no se qué escuela.
Nuestra mente es como un juego de figuras de los niños. Un cubo con diferentes huecos en forma de figuras.
Si tu eres forma estrella ya te pueden oprimir un cuadrado que no va a entrar.
Y si eres un cuadrado que no te intenten meter un círculo....
¿Se va pillando?.
Hay cosas que como a tu mente no se le ocurren que pueden ser o producirse, no lo acepta como tal. No lo vas a ver o entender. Así que tus cartas ya te pueden gritar que tú ni te enteras de lo que te están diciendo.
Necesitas la mente de otra persona que esté abierto a esa posibilidad para que te lo cuente.
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