Esa preciosa flor suele considerarse en las flores de Bach como la flor del amor.
Podrás recordar cuando eras pequeñit@ cómo quitabas una a una sus pétalos preguntándo si tal persona te quería.
En esto no importa tu edad, somos todos vulnerables no importa la edad que tengas.
El amor y el deseo de ser correspondido te enfrenta al miedo de no ser correspondido, a no ser querido, pone en duda tu confianza en tí mism@.
Cuanto más mayor te vienen pasadas experiencias a la mente. Y aunque sea algo nuevo lo que te viene te conectas con eso miedos, esas inseguridades que te marcaron tu persona.
Al alma no lo tocó, esa almita sigue espléndida y luciendo. Con cariño hacia si misma, esperanza y fé en el futuro, abierta a las posibilidades.
A que todo está bien, todo sigue su propio ritmo.
Si no te correspondió fue mejor para ti Ese otro futuro que hubieras podido tener lo tienes también ahora pero de otras formas.
No busques alrededor, mira dentro.
Pero revuelve, claro que sí. Es para aprender, así que no dudes que aprendes con cada relación.
Recuerda y recupera ese optimismo juvenil de la margarita.
Su centro es luminoso, ese naranja-amarillo del centro que te recuerda tu plenitud. Te confiere optimismo y confianza. Alegría y estar bien aunque todo alrededor esté confuso.
Ese amarillo del plexo solar que te hace expresarte como una persona fuerte y a gusto contigo.
Si necesitas con el sol y la luminosidad,
tu autoexpresión, rellénate de imágenes de girasol, que es una margarita amarilla en gigante¡¡.
Los pétalos son blancos de pureza, de inicios, de limpieza de mente. De dejar de lado las críticas, de perdón. De el libre albedrío que todos tienen. De posibilidades: que cada uno se expresa a su forma, y cada una es propia, individualista.
Que hay miles de formas de ver la vida.
Que la amabilidad está con uno mismo y los demás.
En Mundo de Fotografías nos dicen:
"Una romántica flor,
llena de aroma de luz y color.
Amiga precisa de los enamorados,
dicen que la besaron, los rayos de luna
y sus pétalos bañaron de plata. "
Su centro es su luz,
bañado por el sol,
así el yin y el yang se unen,
las mitades se juntan;
las tuyas propias,
y las tuyas con el ser amado.
(esto último es mío)
Como la margarita es la flor del amor, la manzanilla es la que lo calma. Es la que te tranquiliza cuando las emociones no son expresadas y son intensas se almacenan en el vientre, y ahí entra la manzanilla.
La manzanilla te da el amor a tí mismo y la paz que necesitas para vivirlo de la forma más sana posible.
¿Acaso no te ha pasado que lo que te dijo la persona amada te sentó mal?
Quizás no era su intención, quizás había más cosas a su alrededor.
Quizás te estaba expresando su interés en tí pero tú no lo entendiste.
Quizás no supo expresarse bien,
quizás se expresó a su modo, pero no al tuyo.
¿Lo pensaste?
Recuerda esas acciones pasadas, para envolverlas en la imagen de la margarita.
Recuerda la paz de sentirte bien,
como cuando eras un niñ@.
Cada experiencia tómala nueva,
sabiendo que puedes enfrentarte a todo,
porque ahora eres más sabi@
pero no por ello temeroso.
Esos rabitos se quedaron contigo,
junto con su centro;
aunque los pétalos se los llevó el viento.
El amor es el contrario al miedo.
El amor llena, el miedo vacía.
Tómate una infusión de manzanilla siempre que necesites recordar esto, y
FELÍZ DÍA
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