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Cómo conectar más con el animal interno



Obviamente, como en la vida diaria, la repetición o práctica hace al experto.
Hay cosillas que te pueden ayudar a conectar de forma simple:

- poner imágenes de el animal en cuestión a tu alrededor: poster, figurillas, amuletos, joyas.
- leer o tener a mano visualmente las características: todas, a veces conectarás con unas y otras con otras, o las descubrirás en tí mism@.

Ya veis que es de tipo nemotécnico porque al rodearte de sus imágenes te envuelves en su significado, y al creértelo, confiar en ello, conectar, te relacionas con esas características a un nivel interno y lo reflejas en tu vida.

Tachán¡¡, ¿no era tan difícil no?.

Pues ahora vamos al complicadillo, se trata de hacer una meditación cada día.
Puedes hacerlo cuando quieras, pero lo mejor es adoptar una rutino, por ejemplo cada viernes, o cuando quieras.

Recuerda que el animal guía es tu tótem principal, el que te refleja desde que naces hasta que mueres, contiene la esencia de tu ser o es el más afín a tu alma.
Pero te van a acompañar diferentes a lo largo de tu vida, según necesites. Así que puedes estar llamando a tu puma interno, que éste esté todo lánguido tirado a tu lado, y el que te hable sea un pelícano.
Escúchalo porque es el que te tiene que decir lo que necesitas.
Quizás no lo entiendas al momento, pero lo harás y te vendrá bien.
Puede ser de que te avise de algo, el que te explique que energía o tipo de comportamiento tienes que sacar (ejemplo ser rápido para lograr tu sustento-éxitos), o que te avise de algo a pulir (ej que se me ocurran sin haberlos mirado: ansiedad, comer todo de golpe, tragarte mucho, tener una bocaza).
Lo que te explique y cómo tú lo relaciones será lo importante.

Jody Bergsma imagen, encontrada aquí

A veces también enseñan o muestran vivencias que transmiten un rol repetitivo, o misiones de vida que tienes que cumplir rompiendo ese círculo.
Una vez cambies un hábito, lo reemplazarás por otro nuevo, de tí depende cúal, pero el animal que te hable (lease pez o pájaro, que digo animal por abreviar), te enseñará el camino si le preguntas.

Igualmente "todos los caminos conducen a Roma" así que lo que vivimos, ya sea por camino pedregoso o de baldosas amarillas, nos deja lecciones y son aprendizajes.
Si sigues lo que es más intuitivo para tí, (con cabeza, respeto y buena intención), estarás respondiendo a tu animal interno igualmente, ya que está en tí.

El animal interno o guía, es un conjunto de características complejo. Igualmente puedes decir que tienes tal energía, tal ángel como cabecera, tal deidad...
Esta energía animal está adscrita a la cultura chamánica, porque es su forma de representación.


Si ves que no consigues conectar porque de alguna forma te repele o no te sientes a gusto, aparte de que tengas que revisar algún concepto ya que probablemente toque un tabú interno o una resistencia que encubra algo a tratar, te sugiero que vayas hacia otro símbolo y ya dejarás esta cuestión para más adelante cuando te resulte más fácil.

De la energía de un animal te puedes ir a otra que te resulte más cercana, o a un horóscopo, un mineral, una esencia de bach, un ... ¡lo que quieras!. Lo que importa es que te llene, y que te lleve a mirar más internamente: tanto defectos como virtudes, o habilidades destacadas o a pulir.


MEDITACIÓN

Respira profundamente,
Nota como todo tu cuerpo está en calma.
Estás en un espacio en el que nadie te va a molestar el tiempo que estés.
Los móviles y aparatos desconectados.
Suena una música suave y dulce.
Tienes puesta una música que te habla de la naturaleza.
Oyes el viento y el agua correr musicalmente.
Los trinos de los pájaros se oyen a lo lejos.

Notas como todo te envuelve y alrededor tuyo se manifiesta como si fuera real.
Prestas atención a todas las partes de tu cuerpo, y sientes como todas ellas se relajan.

Las puntas de tus pies, talones, tendones, tobillos, pantorrillas, rodillas y muslos están relajados.
Cualquier tensión que hayas podido acumular se evapora.
Sientes cómo se va relajando tu pelvis, espalda, estómago, pecho y cuello.
Adoptas una postura totalmente relajada y cómoda.
Notas la tensión alejándose en esa brisa que te relaja.
Hueles la hierba y el aire como si estuvieras en plena naturaleza.
Se relaja tu cuello, mandíbula, pómulos, labios, nariz, ojos y sienes.

La parte externa de tu cuero cabelludo.
Notas tu pelo flotar libre.
Y sientes cómo vas relajando toda actividad cerebral para concentrarte sólo en tu respiración.
Cada vez más lenta y pausada.

Se relajan todos tus órganos internos. Boca, laringe, faringo pulmones. Estómago, riñone,s páncreas, hígado. Intestino delgado e intestino grueso. Ovarios, próstata, ano.
Músculos tendones y huesos.
Puedes sentir esa relajación en todo tu cuerpo.

Ahora vas a sentirte andar con tu cuerpo etérico, por un caminito de piedras que te dirige hacia la zona que quieres visitar.
Allá donde se encuentra tu animal guía que hoy tiene cosas que enseñarte.
Te vas concentrando en los detalles allá por donde pasas.
Tu punto de atención va dirigiendose a diferentes sitios; detalles marcados por los puntos de luz que transmite el sol y que parecen vibrar en tu ojo interno.

El entorno se dibuja a tu paso, puede ser que lo veas cómo poco a poco va formándose, o que veas desde un principio de lo más cercano a lo más lejano.
Siente cómo te transmite paz y un gran interés, porque te va a transmitir lo que necesitas saber.

Puede ser que sigas caminando como humano o que te vayas transformando.
Observate mientras andas, cómo vas vestido o cómo te mueves.
Parece como si flotaras, ya el que camino se te hace liviano y suave; como si no requiriera de tu esfuerzo.


Alrededor tuyo, la vida zumba.
Hay vida por todos lados.
Puedes distinguirlos o no, pero los sientes, y sabes que estás acompañado.
Eres respetad@ y querid@, todos alrededor tuyo te muestran su calor.
Te estaban esperando y te dan la bienvenida.
Saben que volverás a ese entorno de paz espiritual siempre que quieras.
Hoy vas con una pregunta, pero estás abierto a todo aquello que puedan enseñarte.
Notas cómo a tu alrededor los colores son más vibrantes, más luminosos.
La sensación de calidez y dulzura te cubre y nutre.

El camino te ha llevado hacia una zona donde se encuentra tu animal guía.
Que se prepara para recibirte.
Se acerca a tí y notas su saludo.
Es una energía gratificante que te reconoce como parte de él.
Le saludas y agradeces su presencia física en su forma etérica.
Ahora puedes hacerle tu pregunta.
Es una que te sale directamente, rápida y sin fisuras. Es sencilla, pero que toca lo más hondo de tí que ahora te preocupa.
Tu animal te mostrará su respuesta en la forma que le agrade o que pueda llegarte más directamente a tu parte interna.
Escucha y vive todo aquello que quiera mostrarte.
Déjate disfrutar en ese entorno, todo aquello que oigas, recibas instintivamente, realices u observes.

Alrededor la vida zumba y tú estás escuchando, experimentando y vibrando.
Es aquello que necesitas saber.
No es algo para razonar, es para sentir.
Relajate y vibra con tu alrededor, que te va llevar a mostrar lo que necesitas saber.
Ya sacarás conclusiones y lo razonarás más adelante, ahora permítete idearlo sin ponerle trabas.
Todo es posible en este entorno sabio y amable.

Estate ahí todo el tiempo que necesites.
Juega, interactua y pregunta.


Cuando creas que ya estés list@ para volver, lo sentirás como adecuado.
Agradece a todos aquellos con quienes hayas estado o visto, despídete respetuosamente. Y vete volviendo tranquilamente por el camino por el que fuiste.

Llegarás hasta un arcoiris.
Una vez transpuesto, captando la esencia de todos los colores en tu cuerpo etérico, te los traes de vuelta a tu cuerpo físico.

Sientes y te concentras en la respiración, y en todas las partes de tu cuerpo que van despertando.
Siguen relajadas y descansadas, y aprecias cómo funcionan correctamente cada una de ellas.
Están en constante y perfecta actividad regeneradora.
Cuentas de 10 hasta el 1 para ir recuperando el estado normal de vigilia.
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
Ahora posas tus manos delicadamente sobre tu cara y con las yemas de tus dedos te acaricias suavemente los ojos cerrados tres veces.
Ya puedes abrirlos.



Apunta todo lo que hayas visto y vivido según te acuerdes, intenta escribir todos los detalles posibles.
Después piensa ¿cuál ha sido tu enseñanza?
¿cómo puedes llevarlo a tu vida diaria?

Si vas a hacerlo una vez a la semana, repasa durante cada día y descubre qué más puedes observar de lo que te mostraron.
Investiga en internet sobre las características de cada "animal" observado después de haber anotado lo que percibiste para ver en qué coinciden y qué más te aportan.

Un cariñoso saludo y ¡ya me contareis!