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Música para meditación

A la hora de escoger una antes de hacer una meditación autoguiada (habiendote creado primero una historia que vas a seguir para dejarte llevar hacia el conocimiento que deseas recoger) parece difícil.

Puedes ponerte muy suave sólo instrumental al principio, para que te resulte más natural.


Quizás has elegido unas músicas y luego al realizar la meditación ves que no son acordes con tu ritmo propio, o incluso que te inducen a un clima determinado.
Por ejemplo de indios, y estás en una meditación para ver el origen de un problema actual en algo acaecido en una vida anterior. Te va a aparecer un indio americano probablemente. Y vas a dudar de esa visión que has vivido. No importará el donde sino el mensaje.



A veces demasiada suavidad y lentitud en el ritmo te va a lentificar la conexión, cuando necesites una vibración rápida y grave (por ejemplo de conexión a la tierra).



Cuando estés en la meditación, déjate alejar, si la música no es la más indicada. Obviala.
Pero si ves que no puedes, que te vuelve al ahora, levántate y cámbiala, bájale el sonido o quítala directamente.
Total, ya te estaba cerrando a que volaras, reteniéndote en tu cuerpo físico.

No te preocupes por levantarte y volverte a adoptar tu posición cómoda. Te resultará fácil volver al momento en el que estabas y habrá merecido la pena. Tardarás menos que con la que te está impidiendo conectar.



Cuidado con las compilaciones que te cambian de ritmo y estilo, o mezclan sonido instrumental con voz.
Puede ser que te venga bien o no. Antes de ponerla, asegúrate pinchando de poco en poco para escuchar entera la música que te vas a poner.

Es mejor que sea monocorde a que te vaya pegando sustos con tanto cambio.



A veces te gusta una música con voz femenina y agudos, y otras veces vas a preferir las masculinas o con muchos graves.
Escúcha un poquito antes para ver con cual te sientes mejor en ese momento. Aunque te la hayas preparado con otra, es mejor que hagas caso a tu cuerpo, ya la usarás en otra ocasión la que deseches.



Lo mismo con el tipo de música de fondo: con bongos, tambores, arpas, electrónica, canticos, cuencos tibetanos, mantras, sonidos naturales (agua, pájaros,...)- Según te apetezca en el momento.



Con la voz, la letra que no te despiste, por eso mejor ponerlo en otro idioma. El cerebro debe hacer un esfuerzo consciente para entenderlo.



Si vas a leer o narrar una meditación para otros, para guiarlos, que el ritmo de la música  sea o muy diferente o igual a tu ritmo de lectura. Escúchate hablar primero con la música de fondo en diferentes partes de las canciones.
La mayoría acompañan, pero hay algunas que van a desdibujar el ambiente que estás creando.

Importante que el volumen sea también de acompañamiento. Atento que de una canción a otra no haya mucho cambio. Es mejor poner una y otra vez la misma sólo para asegurarse que el volumen es el adecuado.

Ya me contarás cual eliges.

¡Buen día!